Es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial, celebrada en gran parte de los países del mundo.
A comienzos del siglo XX, la avicultura comenzó a proveer ingresos adicionales a grupos familiares, instaurando la figura del trabajador avícola. A partir de 1925 se transforma en actividad semi-industrial, adquiriendo carácter intensivo en 1940.
En 1958 deja de ser una actividad marginal para transformarse en industrial especializada. En esta segunda etapa, iniciada a partir de fines de la década del ´50, se moderniza toda la cadena obteniendo importantes beneficios productivos.
Casi 60 años después, la avicultura argentina ha crecido y continúa creciendo gracias al incansable trabajo de todos aquellos trabajadores de nuestra patria.
¡Feliz Día del Trabajador!